sábado, 3 de diciembre de 2011

Que venga un gil a quererme copar la parada no esta bueno. Y muchísimo menos cuando yo estoy presente, teniendo en cuenta que el sabia muy bien quien era yo y quien era ella. No me lo voy a bancar. Encima después el muy careta viene y me saluda, con que cara?!
Quizá lo que pasa es que con el solo echo de pensar que te puedo llegar a perder, me invade un dolor en carne viva que duele muy adentro, y si bien se que sino estarías conmigo hubieras aceptado, me pone feliz que no haya pasado eso.-

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